Muchas de las adicciones se explican por la acción de los canales dopaminergicos. Estos canales hacen que repitamos aquellos comportamientos que nos producen placer. Son los mismos canales que hacen que el ser humano repita aquellos hábitos que le han permitido que realicemos grandes descubrimientos. Por ejemplo, cuando el ser humano consiguió tener una cosecha, el placer que le daba la comida le animó a seguir repitiendo el hábito por mejorar la producción.
Ahora bien, todas las cosas que se indican abajo no son malas de por si, pero el placer que producen es tan intenso que puede hacer que no podamos evitar repetir su consumo y antepongamos los valores humanos a conseguir la dosis diaria, una dosis que en muchos casos nos puede llegar a matar.
El hombre, posiblemente tenga una mayor prevalencia de estos canales dopaminergicos, lo cual justificaría su éxito en los trabajos a los que de dedica un gran esfuerzo, pero también a todas las adicciones que los hacen sobrepasar los límites que le pueden llevar a la muerte o a dañar a los demás. Por tanto, es fundamental una educación que tenga en cuenta esta característica del hombre y le enseñe a controlarla.
ADICCIÓN AL TABACO, EL ALCOHOL Y LOS ESTUPEFACIENTES
Muchas de las adicciones empiezan cuando los chicos son jóvenes, quieren llamar la atención del sexo contrario y para aparentar ser más mayores se inician en el consumo de sustancias nocivas.
ADICCIÓN AL TRABAJO
ADICCIÓN AL JUEGO
ADICCIÓN AL SEXO
Aunque pueda parecer que es una adicción sana, se ha de decir que ninguna de las adicciones es buena. El sexo es salud, pero si este lo buscamos compulsivamente y traspasamos las barreras del respeto y la libertad de los demás, entonces está produciendo un daño (en nosotros y en los demás).
ADICCIÓN A LA COMIDA
CREAR UNA PLAN NACIONAL PARA EL AUTOCONTROL Y EL DISFRUTE DE UNA VIDA EN EQUILIBRIO